Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho». Marcos 11:23
No sé cuánto tiempo has estado esperando o cuántas veces has levantado tu voz en autoridad y guerra para decirle a ese monte: «Quítate de en medio», y aún sigues sin ver resultados. Puedo imaginar los momentos en que pensaste rendirte por no ver rápidamente delante de tus ojos la solución. Hoy te digo: «No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa» (Hebreos 10:35-36).
¿Sabes? Cada oración levantada y tu espera en obediencia, no ha sido en vano. «Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá» (Marcos 11:24). Hay promesas que cargan tu nombre; la fe y autoridad que has accionado, te han acercado a ellas. Llegó el tiempo de abrazarlas. ¿Qué esperas? Están delante de ti.
«Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios». Marcos 11:22
«Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá». Mateo 7:8
¡Tu fe es el portal al cumplimiento de tu petición!
Jennifer
