También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos». Génesis 35:11
¡Llegó el tiempo de fructificar en la tierra de tu aflicción!
A veces no entendemos las temporadas de formación y dolor y puede parecer como si Dios estuviera lejos. ¡Pero no! Es ahí cuando nuestro Padre Celestial más presente está. ¡Cuando el Padre está en silencio es porque está en movimiento!
Se acabó la temporada del proceso y espera. Ya entraste en el tiempo de cosecha y multiplicación. Dios te levanta con mayor fuerza y aún los que te vendieron serán bendecidos por tus frutos. José fue vendido a Egipto por sus propios hermanos y, si leemos su historia, vemos que vivió procesos de mucho dolor, una y otra vez. Sin embargo, los hermanos no sabían que al venderlo, aceleraban el propósito que el Padre tenía preparado para él en Egipto. Mas en el momento de necesidad, sus hermanos fueron muy bendecidos por él luego de haberlo traicionado. ¿Qué podemos ver en esto? Que no hay nada que pueda cambiar el plan del Eterno para contigo. Por el contrario, se puede acelerar. ¡Aleluya!
Dios le dio a José el don de interpretar sueños y, por esta razón, llega hasta el Faraón interpretándole su sueño, el cuál salvaría de hambre a todo un pueblo y aún más. Así él adquirió respeto, posición y riquezas. El contenido que cargas te posiciona para que puedas bendecir a todos a tu alrededor y puedas ser influencia para bien. Te exhorto a volver a leer acerca de la historia de José; hay algo adicional que Dios quiere mostrarte (Génesis, capítulos 37 al 45).
¡Prepárate porque lo que cargas ya floreció! Serás alimento para muchos y tu descendencia será bendecida.
«Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas». Isaías 54:2-3
Jennifer
