Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza». Jeremías 29:11

Este año ha sido de muchos retos para ti y para mí. En un momento dado, pensaste que no podías más. Sentías que en distintas áreas de tu vida terminabas en derrota. Pero eso ya se acabó.

Ha llegado la mejor temporada para tu vida y tu casa. El Dios de las promesas cumplirá cada palabra que ha salido de Su boca y veremos cómo se cumplen en Él. Pero nosotros somos los que debemos posicionarnos y sumergirnos en Su ola. Sumérgete en Su bendición y mantente dispuesta a seguir escalando cualquier montaña que se te cruce en el camino. Que la duda no invada tus pensamientos. Fuiste creada para grandes cosas. No pienses que estás sola. Dios nos acompaña en cada paso que demos. Si caminas y tropiezas, levántate porque todavía hay más. Acércate a personas que te ayuden a ver lo que algunas veces no ves. Aprende de los errores que cometes para que así no sigas cometiéndolos.

Busca siempre la dirección de Dios. Que Él sea el guía en tu vida. Su Palabra, la oración y el ayuno son herramientas que Dios nos regaló para así estar conectados con Él y ser guiados en todo momento por Él. Él quiere sanar todas tus heridas; abre tu corazón. Perdona para que puedas entrar en esta nueva temporada con un corazón sano.

Hay un camino de bendición que está delante de ti y hay un nuevo despertar que Dios está a punto de entregar en tus manos. Abraza todo lo que Él tiene para ti y tu casa. Tu nueva temporada está llena de victorias y milagros que vendrán. Regocíjate porque el Padre ha inclinado Su rostro sobre ti.

Magda