Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad». Lamentaciones 3:22-23
Su amor es infinito y nunca deja de ser. Estamos cubiertas bajo la sombra de sus alas, viviendo su fidelidad y propósito en cada proceso personal y natural; esperanzadas sin límites de ver Su cielo invadiendo nuestro territorio en cada temporada. «Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca» (Lamentaciones 3:25).
Mujer: escucho fuertemente la palabra «Milagro», que viaja con fuerza desde Su trono hacia el norte, sur, este y oeste de la tierra, cobrando vida al chocar con las ondas emitidas de cada palabra levantada por sus hijos. Mas retumba en mi espíritu la voz del Dios nuestro, diciendo: «Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré» (Génesis 13:17).
¡Aleluya! Mi corazón salta de asombro y agradecimiento. Ven, alza tu voz y repite conmigo:
«Extiendo mis manos a lo alto, reposando mis rodillas sobre suelo santo. Elevo mi alma, entonando melodías que abrazan tu mirada. Mi espíritu se mueve al ritmo de tu danza, fijando la mirada en el vals de tu favor y gracia».
Jennifer
Amén!!